lunes, 24 de enero de 2011

En Donde Viven

En ese fondo abisal, que se extiende desde los 200 metros de profundidad del talud continental hasta las llanuras abisales a entre 4.000 y 6.000 metros, es donde investigadores como la española Eva Ramírez han encontrado ecosistemas muy particulares, capaces de sobrevivir en ausencia de luz, a muchísima presión y en aguas cuyas temperaturas son extremadamente bajas.
El problema de este tipo de investigaciones radica en las dificultades técnicas necesarias para llegar hasta el fondo marino. En España no hay ningún robot sumarino de exploración científica, pero no es lo único necesario. A la larguísima 'lista de la compra' se suman cartografías de alta resolución del fondo submarino, instrumentos hidroacústicos, cámaras isotérmicas, etc. Todo ello para investigar unos recursos biológicos de gran importancia para sectores como la industria, las farmacéuticas o la biología molecular.

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